Objetividad: somos capaces de ver con realismo los comportamientos inadecuados sin exagerarlos y también las partes positivas de nosotros mismos en determinadas situaciones.
Para mí, no siempre es útil compartir nuestro mundo emocional con todo el mundo. Creo que es importante tener en cuenta a la persona que tenemos delante, nuestro objetivo con ella y su capacidad para responder ante ellas.
Puede identificarse con una sola de estas categorías o con varias. El punto es que una vez que comience a categorizar sus pensamientos de esta manera, puede comenzar a trabajar para cambiarlos por marcos más positivos.
Tolle nos invita a cuestionar estos pensamientos y a reconocer que no somos nuestros juicios, sino seres conscientes capaces de observarlos.
Se trata de un proceso de reflexión auténtica sobre lo que queremos y sobre qué ha pasado para que fracasemos una y otra vez. Lo que a lo largo de los años ha podido ir generando en nosotros una sensación de impotencia.
Si por ejemplo una vez cometimos un mistake, es possible que ese fallo lo tengamos muy en cuenta cada vez que intentamos hacer algo que check here esté relacionado con la situación en la que erramos.
Podemos preguntarnos si lo que estamos pensando es realmente cierto o si hay otra forma de ver la situación. También podemos tratar de enfocarnos en pensamientos más positivos y constructivos.
El concepto de «Juez Interior» se refiere a la voz interna que cada individuo posee, la cual actúa como un evaluador de nuestras acciones, pensamientos y emociones. Este juez interno es fundamental en la filosofía de Eckhart Tolle, quien enfatiza la importancia de la conciencia y la presencia en el momento real.
Al cultivar activamente una mentalidad positiva con estas técnicas, se puede mejorar la calidad de vida, fomentando la resiliencia y el optimismo en el enfrentamiento de desafíos diarios.
Si eres como la mayoría de los lectores, probablemente subvocalizas todas o la mayoría de las palabras en tu mente.
Es esa voz la que nos reafirma lo que antes nos dijeron. Que pudo ser cierto en aquel entonces, pero ya no.
Muy unido al punto anterior, resulta muy enriquecedor cuestionarse las creencias que tenemos sobre nuestros estados emocionales.
Buen trato: de una forma amable reconocemos nuestros errores sin juicios despreciativos y podemos comunicarlos o compartirlos con los demás sin vergüenza y con la intención de mejorar.
Dicho diálogo puede tener sus raíces en una straightforward frase que nos marcó desde que la escuchamos “¡eres un bruto!” a partir de allí nace este diásymbol interno que no es más que un paradigma mental el cual condiciona nuestra manera de pensar.